Poesía escrita por María Fernanda Lagorio, maestra jardinera en Amaicha del Valle, en los cerros calchaquíes de Tucumán que dice: A Mi Maestra Jardinera Hablame Señorita de cosas que yo entienda, dejálas a las vocales, todavía no me interesan. Preguntame como las cabras, se trepan a la ladera o mejor salgamos afuera, saltemos a la rayuela. No me des para que escriba, esos cuadernos con rayas dame una hoja blanca grandota para mancharla, así como mancha el sol, el cielo, las nubes, las casas, las calles y el camino hasta mi casa. No estés siempre diciendo, que mire hacia la pizarra si mis ojos solitos se vuelven hasta tu cara; yo mejor aprendo con tu sonrisa y tu mirada. No ves que yo ya sé, de números y palabras, no te los quiero decir, todavía no me dan ganas, mejor aprendé, las cosas que a mí me pasan, las que sé, las que quiero, las que me gustan, las que todavía me faltan. ¡Salgamos a ver las nubes!, o nos colguemos de una rama, te juego a que no sabés, como suena la escarcha cuando voy tempranito, y la rompo para hacer agua, o como brillan las brasas, cuando ya no quedan más llamas, y el abuelo nos cuenta cuentos, del duende y la pachamama. ¿Has visto que no sabés? Hay tantas cosas mágicas, que nunca has aprendido, por culpa de las pizarras, de los cuadernos prolijos, y las letras sobre rayas. |
miércoles, 18 de julio de 2007
Poesía para maestras jardineras
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