
Máximas para una Maestra Jardinera:
• Haz tu carrera con empeño y profundo sentido de responsabilidad.
• Trata a cada niño con el mismo respeto y consideración que esperas para ti, recuerda que estas sentando las bases de un edificio que únicamente se elevará si tiene cimientos sólidos. Luego, espera con paciencia para ver los resultados.
• Tu crecimiento personal es indispensable. Ponte metas personales y procura alcanzarlas. Lee cada día algo que te construya o instruya. Utiliza tu memoria, mantén tu mente activa y ávida de conocimientos. La actitud de educación permanente, también se transmite.• Insiste en mantener en alto los valores aunque a tu lado todo se derrumbe. Algunos podrán criticarte o tildarte de inflexible, pero algún día agradecerán tu entereza.
• Recuerda que el modelo que ofrece tu vida habla más que tus palabras. Y si te equivocas, no temas reconocer el error y pedir disculpas. Este será el mejor ejemplo de humildad y grandeza que puedas darle.
• Sonríe. Que la sonrisa sea para ti más que un hábito saludable. Déjala brotar de tu corazón para comunicar compresión, ternura y buen humor.
• Recupera tu capacidad de asombro. Maravíllate de lo hermoso, de lo inaudito, de lo grande y de lo pequeño.• Introduce sorpresas y pequeños cambios al quehacer cotidiano. No dejes que la rutina te haga perder de vista los pequeños milagros que ocurren a tu alrededor.
• Sé optimista. Las largas jornadas, los sinsabores diarios o la mala paga pueden desanimarte, pero no agotarte si tienes la vista puesta en el futuro y una canción en el corazón.
• Disfruta de tu noble tarea. Demasiadas personas trabajan con máquinas insensibles; tú modelas personalidades. Demasiadas personas trabajan encerradas; tu ámbito de trabajo es el aula, el sol, el patio. Demasiadas personas trabajan en presencia del dolor; tu ambiente tiene una alegría y frescura poco usual en estos tiempos.
• Ten certeza de que como el sembrador, que siembra con fe en la semilla, cosecharas el fruto de tu empeño y desvelos. Y veras algo de ti en aquella personita que acompañaste en su crecimiento.
Autora: Sonia Krumm de Nikolaus